viernes, 2 de diciembre de 2011

Las cruzadas

Las Cruzadas, expediciones militares realizadas por los cristianos de Europa occidental, normalmente a petición del Papa, que comenzaron en 1095 y cuyo objetivo era recuperar Jerusalén y otros lugares de peregrinación en Palestina, en el territorio conocido por los cristianos como Tierra Santa, que estaban bajo control de los musulmanes. Los historiadores no se ponen de acuerdo respecto a su finalización, y han propuesto fechas que van desde 1270 hasta incluso 1798, cuando Napoleón I conquistó Malta a los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, una orden militar establecida en esa isla durante las Cruzadas. El vocablo cruzada (de ‘cruz’, el emblema de los cruzados) se aplicó también, especialmente en el siglo XIII, a las guerras contra los pueblos paganos, contra los herejes cristianos y contra los enemigos políticos del Papado. Por extensión, el término se emplea para describir cualquier guerra religiosa o política y, en ocasiones, cualquier movimiento político o moral. Así, en España, los alzados contra el gobierno republicano en 1936 pronto denominaron a la guerra iniciada por ellos mismos (1936-1939) Cruzada, por considerar que su objetivo era vencer el ateísmo. El origen de las Cruzadas está enraizado en el cataclismo político que resultó de la expansión de los Selyúcidas en el Próximo Oriente a mediados del siglo XI. La conquista de Siria y Palestina llevada a cabo por los Selyúcidas islámicos alarmó a los cristianos de occidente. Otros invasores turcos también penetraron profundamente en el igualmente cristiano Imperio bizantino y sometieron a griegos, sirios y armenios cristianos a su soberanía. Las Cruzadas fueron, en parte, una reacción a todos estos sucesos. También fueron el resultado de la ambición de unos papas que buscaron ampliar su poder político y religioso. Los ejércitos cruzados fueron, en cierto sentido, el brazo armado de la política papal.
 Primera Cruzadas (1095-1101): predicada para liberar el Santo Sepulcro. Llevó a la toma de Jerusalén (1099) y  a la creación del reino de Jerusalén (1100) y de los  estados latinos de Oriente.

Segunda Cruzada (1145-1148): emprendida gracias a la iniciativa de Papa y de san Bernardo para reconquistar Edesa (que había caído en el 1144) y vengar a la  cristiandad. Fracasó.

Tercera Cruzada (1180-1192): predicada para reconquistar Jerusalén, que había caído en manos  del sultán Saladino en 1187.Reunió a los tres principales reyes de Occidente (Federico I Barbar roja, Felipe II Augusto  de Francia  y Ricardo I Corazón de león) .El rey de Inglaterra no pudo reconquistar Jerusalén. Terminó con la toma de Chipre y Acre (1191), capital del segundo reino latino, y con una tregua con Saladino.

Cuarta cruzada (1202-1204): predicada por el Papa Inocencio III para reconquistar Jerusalén, se desvió a Constantinopla y propició la creación del reino latino de Constantinopla (1204-1261).

Quinta Cruzada (1217-1221): propuesta por los Papas Inocencio III y Honorio III para reconquistar Jerusalén; se orientó; por voluntad del rey de Jerusalén, Juan de Briena, hacia Egipto. Tras unos prometedores comienzos (conquista de Damieta en 1219), fracasó completamente.

Sexta Cruzada (1228-1229): dirigida por el emperador Federico II, terminó en unas negociaciones y un tratado de paz (1229), que restituyó a los francos Jerusalén, Tiro, Sidón.

Septima Cruzada (1248-1254): organizada por el rey Luis IX y exclusivamente francesa, no sobrepasó Egipto, donde el rey fue capturado y permaneció preso durante cuatro años.

Octava Cruzada (1270): preparada por Luis XI, de limitó al sitio de Túnez, donde la peste diezmó al ejercito y acabó con la vida del rey.

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